La Inteligencia Artificial (IA) se ha convertido en una fuerza disruptiva en el mundo de la creatividad, llevando la producción de arte visual y musical a un nuevo nivel. En este artículo, exploraremos dos tipos destacados de IA creativa: la generación de imágenes y la creación de canciones con la voz de tu artista favorito. Estas tecnologías están transformando las industrias del arte y el entretenimiento.

 

Revolución del arte visual

La generación de imágenes con IA es un campo en constante evolución que utiliza algoritmos avanzados para crear imágenes realistas y sorprendentes. Uno de los ejemplos más notables es el uso de las Redes Generativas Adversarias (GAN, por sus siglas en inglés). Estas redes consisten en dos partes: un generador que crea imágenes y un discriminador que evalúa si las imágenes son reales o falsas. A medida que estas dos partes compiten entre sí, el generador perfecciona sus habilidades para crear imágenes cada vez más auténticas.

Los GAN se utilizan en la creación de arte, como retratos de personas que nunca existieron, paisajes surrealistas y más, ejemplo que rulan constantemente por las redes sociales mostrando paisajes idílicos, cómo sería el hijo o hija de dos personas famosas, cómo sería alguien dentro de 10 años, etc. Artistas y diseñadores utilizan esta tecnología para inspirarse y explorar nuevas formas de expresión visual.

Algunos ejemplos de IA son: PicsArt, Dalle-2, DreamStudio.

 

Revivir iconos musicales

La IA también ha entrado en el mundo de la música, permitiendo la creación de canciones con la voz de artistas famosos, incluso después de su fallecimiento. Esta tecnología se basa en algoritmos de síntesis de voz y aprendizaje automático que pueden imitar las voces de artistas reales.

Se han creado hologramas musicales de artistas icónicos y se han producido nuevas canciones utilizando grabaciones de voz existentes. Así hemos podido escuchar colaboraciones nunca antes realizadas entre dos artistas o cómo sonaría nuestra canción favorita de la mano de otro cantante. En este caso la más conocida es Uberduck.

A pesar de las emocionantes posibilidades que ofrecen estas tecnologías, también plantean importantes cuestiones éticas. La creación de imágenes falsas o la imitación de voces pueden ser utilizadas de manera engañosa o perjudicial. Por lo tanto, es crucial establecer regulaciones y directrices para su uso responsable.